ESPECIALIDADES

Cadera y Rodilla

La cirugía de reemplazo articular de cadera y de rodilla son de las cirugías mas realizadas en el campo de la cirugía ortopédica mundial. Consiste en el reemplazo de la articulación tanto de la cadera y de la rodilla por diferente tipo de prótesis.

Con respecto a la sintomatología, el paciente comienza con dolor, trastornos en la marcha y anormalidades en la calidad de vida, es decir, llevan una mala calidad de vida. Con estudios sobre todo radiográficos, aparecen diferentes alteraciones en los mismos los cuales son definitorios a la hora de realizar un reemplazo de cadera y de rodilla.

Hombro

La cirugía de reemplazo articular de hombro ha significado un cambio disruptivo en la evolución de la calidad de vida de los pacientes con patologías específicas, y en los últimos 30 años ha tenido un crecimiento exponencial.
Patologías como fracturas complejas, artrosis primaria de hombro y artropatías por lesión masiva del manguito rotador son las principales indicaciones para la colocación de una prótesis de hombro. Estas difieren en su diseño (prótesis parcial, total anatómica o reversa) y por ende en su biomecánica para poder tener una función optima según cada caso.
Evaluando el tipo de paciente, la patología que presenta y considerando sus estudios complementarios se puede dar una indicación precisa y plantear una estrategia de tratamiento de reemplazo articular óptima.

Artroscopía de Rodilla

La artroscopía es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que se utiliza tanto para diagnosticar como para tratar problemas en las articulaciones. Consiste en realizar pequeñas incisiones (aproximadamente de medio centímetro) alrededor de la articulación. A través de estas incisiones, se introduce un artroscopio, que es un tubo delgado con una cámara y una luz en su extremo. La cámara proyecta imágenes del interior de la articulación en un monitor, permitiendo al cirujano ver directamente sin necesidad de grandes incisiones.

Este procedimiento se utiliza para confirmar diagnósticos específicos, tomar muestras y biopsias del interior de la articulación, y también para realizar tratamientos. Por ejemplo, se puede reparar tejido dañado, como ligamentos desgarrados o meniscos rasgados, y eliminar pequeños fragmentos de hueso o cartílago que flotan dentro de la articulación. Además, la artroscopia ayuda a reducir el dolor y la inflamación en la articulación.

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